lunes, 18 de mayo de 2009

SE ACABO EL HIATO BLOGERO ... Y MUSICAL


No fue un hiato tipo Foo Fighters, P.O.D. o Red Hot Chili Peppers, mucho menos el de Nine Inch Nails quienes han anunciados sus respectivos descansos para este año. Uno se pierde por circunstancias inexplicables… aunque mi twitter me ha mantenido informado. Gracias a quienes me extrañaron y saludos a los que me leerán.


La idea no es declarar este post una solemne vuelta como si fuese el nuevo álbum de Green Day, Kiss o Aerosmith, al menos sí el comienzo de nuevos escritos que no me gustaría se desperdiciaran en un soliloquio cibernético. Tampoco es que deban ser aborrecidos como los predecibles, nostálgicos y aburridos regresos de Blink 182, Limp Bizkit o Creed. En el peor de los casos ni siquiera me gustaría decepcionarlos como la reunión de a ver … ¿La Leche?


Ha habido mucho movimiento desde mi anterior post, el download se ha ido estableciendo como una inevitable forma de promoción en nuestra ciudad, la escena musical parece dominarla o en vía de, adolescentes con registros de voz que duplican su edad. Bueno, no ha pasado mucho tiempo tampoco, pero sí he visto una nueva camada de agrupaciones cantando en inglés: The Asbestos, Black Hole Nine, Verona, Greasy Grapes, The Last April… y la lista sigue. Me pregunto, en tono serio, apreciativo y respetuoso ¿Hay un ávido interes por exportar talento? ¿Ya no podemos gestar rock con una fonética en español capaz de trascender? Juanes puede hablarnos de eso.


Estoy detrás de esa interesante búsqueda. Insisto, no estoy criticando, me estoy cuestionando internamente este fenómeno para conocer lo que las bandas andan haciendo. Sí Sepultura lo hizo, lo sé, solo quiero averiguar qué pasa. Capaz es producto de una coincidencia que me está atormentando o sea culpa del British Council y el CVA.


En todo caso, por allí están otras interrogantes como la falta de bandas contestatarias en nuestro país, aunque sí hay músicos con lacitos negros en su messenger. Ni hablar de la legión de bandas de “conciencia social” que terminan siendo complaciente con el gobierno de turno. Recuerdo cuando el rock era contracultural. Puede que esté esperando mucho de ellos o es que esta generación está malcriada y no hay nada de qué quejarse… aún tienen la emoción de cantarle a amores inconclusos.


También me viene a la mente todo ese sentimiento de frustración y resentimiento que muestran algunas bandas de rock que he visto montarse en tarima a decir “!Qué muera el reggaetón!”. Allí viene una fantasiosa imagen a mi cabeza, tratando de visualizar a Daddy Yankee gritar “!Que Muera The Rolling Stone!” o no se me ocurre haber visto a Don Omar gritárle a su público “!No más U2 por el amor de Dios!”. Lo irónico es que la mitad de los reggaetoneros de nuestra ciudad oyen Coldplay, Caramelos de Cianuro, Los Amigos Invisibles y he sabido de algunos que alucinan con Bob Dylan, Depeche Mode y hasta Metallica, mientras ordenan sus agendas de conciertos en el interior del país, porque ellos sí tocan bastante y viven la vida feliz sin preocuparse por el dolor diario del rock.


Lo que no voy a negar es que de a poco se ha visto una intención de camaradería entre bandas que permiten inventarse espacios y engranar sus propuestas. Estamos claros que ya ninguna sigue soñando en conseguir el contrato discográfico millonario, lo que quieren es tocar y ser escuchados. Por un momento temí que eso terminara. ¡Bien por ellos!.. vamos bien.


Hay ciertas prioridades que han cambiado, lo que genera un nuevo orden urbano, agrupaciones aún tanteando, así que vayamos con calma. La esencia parece mantenerse allí, de manera que iremos discerniendo nuevamente hacia dónde van los tiros.


Aún quedan pasillos por recorrer de este laberinto sonoro venezolano que trata de encajar, sorprender y aprender de sus errores. No está mal irlos documentando. Digo yo… no sé.