martes, 21 de octubre de 2008

EXIJO MI DERECHO A REPLICA


El otro día escuchaba algunos músicos quejándose de que en tal o cual medio habían escrito mal su nombre o que usaron una foto de cuando salía el baterista que antes era su amigo y que ahora no soportan ver en las gráficas que dieron vida a su mimado proyecto musical, esos que elegantemente “salieron en buen término”, pero ya no se habla de él. Si hay algo inviolable en el código de conducta diaria de un músico, es su ego.

No niego los errores propios del ser humano, es decir, puede que en víspera del cierre de página en la redacción, confundan el nombre del bajista o en vez de colocarle al disco el título real, hasta usas el del sencillo promocional. Los errores suceden, los involuntarios sobre todo. Gracias le damos al derecho a réplica que nos da la felicidad de enmendarlos. Todos contentos al final.

Por allí se cuelan los lectores cultos del inglés, quienes pelean por el apóstrofe en la canción de culto de sus bandas, omitida por el corrector de turno. ¿Pueden creer que son capaces de aprender cómo se escribe una canción en inglés y hacen un vulgar y despiadado reclamo con errores ortográficos en español? Su habilidad en dar por sentado la ineptitud e ignorancia de un periodista en materia musical, solo porque le faltó una “s” escrita a la canción, es bárbara,.. entre los ejemplos abundantes que uno ve por allí.

Acepto todos mis errores cometidos, me declaro culpable, pido disculpas a las bandas que he omitido o agregado, por error involuntario, sus nombres o lo que fuere, víctima quizás de una trasnochada faena de escritura musical. No me excuso, me disculpo con la honestidad que me gustaría conservar con los años.

Entonces creo que viene mi parte ¿acaso no puedo exigir mi derecho a réplica cuando un baterista, bajista o guitarrista se pela? ¿Acaso debo quedarme callado y no reclamar cuando el cantante llega borracho a un concierto porque le parece que así lucirá más rockero que todos sus colegas músicos?

Pienso en la terrible falta de respeto, lo caradura que llegan a ser cuando te vuelven a invitar a otro toque y encima piden apoyo en los venideros conciertos. Una cosa es malgastar el tiempo tocando en los ensayos, con amigos muy cercanos, solo por la ya consciente idea de que “iremos a pasarla chévere”, sin ningún propósito trascendental que reunir a una posible cofradía de seguidores justificando su ausencia de profesionalismo con chistes trasnochados, comunes y aderezados con un nivel etílico en detrimento de las razones por las que uno elije asistir a un local nocturno, inspirado por el inocente impulso de apoyar la escena venezolana.

La inspiración de un músico hacia su público es directamente proporcional a la dedicación y respeto en tarima, así como en la calidad musical que presenta. ¿Tenemos que cultivar los vicios repetitivos por los que un alto porcentaje de bandas se refugian en la sempiterna y desgastada frase del “apoyo nacional”, solo para alimentar el ego de un sonido cute and paste mal interpretado y desafinado?

Me gustaría pensar que cuando un baterista/guitarrista/bajista se equivoca en tarima dirá :“disculpen, volveré a tocar el tema por respeto a los que pagaron”. Sería halagador que el cantante deje a sus músicos jammeando mientras va y afina su voz en el camerino o intenta equilibrar su evidente desnivel alcohólico y no tratando de sacarle provecho a su petulancia rockstar.

Ejemplos como el de la gira de Radiohead, en West Palm Beach, Florida, cuando entonaban “Weird Fishes/Arpeggi” y hubo algunas fallas, hasta que el propio Thom Yorke decidió repetirla para que quedara mejor. Recuerdo la frase de Eddie Vedder en el concierto de Pearl Jam de San Sebastian, España, cuando Mike McCready hizo algunas malas notas en "Alive": “Se supone que somos una banda profesional”, el solo de guitarra a continuación fue una de las locuras psicodélicas en directo que Mike se le ocurrió hacer para enmendar su culpa. No es que los justifique del todo, pero tener el valor de rectificar en vivo, arriesgando la posición de súper bandas, en el fondo es hasta inspirador.

El ciudadano común también reclama disfrutar el equivalente a lo que paga por una presentación en ciertos recintos ¿Acaso no debería yo exigir mi derecho a réplica por todas las veces que suenan mal en tarima? Digo yo… no sé.

viernes, 17 de octubre de 2008

EN VENEZUELA NO HAY MUSICOS, SINO FANATICOS... ¡GRACIAS MTV!


Ya la idea de que el Fan Club de Tokio Hotel en Venezuela estuviese nominado a los Premios MTV Latinos 2008, fue una noticia estoica que asumí relajado e ignoré algunos minutos. Esperábamos que Los Paranoias, Candy 66, Tres dueños, Los Mentas y hasta Levítico aparecieran en la lista de nominados en cualquier categoría como ya nos estábamos acostumbrando luego de que Los Pixel (2005) y Chucknorris (2006) habían sido tomados en cuenta.

Este año la cosa fue diferente, un fan club venezolano era nominado quién sabe bajo qué parámetros. Es decir, soy miembro de la academia de los Premios, pero jamás tuve acceso a esta categoría, ni lo ví dentro de las opciones que nos fue enviada. Además veamos un poco los fan club nominados: 30 Seconds to mars (Peru), Babasónicos (Argentina), Belanova (Mexico), Jonas Brothers (Mexico), Kudai (Argentina) y Tokio Hotel (Venezuela). No quiero ser chocante con los indescriptibles fans de Dream Theater, los fieles seguidores de Iron Maiden o los enfermizos conocedores de Kiss, esta gente puede estar tan o más loca como las féminas seguidoras del adolescente alemán Bill Kaulitz y compañía, pero no parecen haber sido tomados en cuenta… tampoco era necesario.

A ver, ¿quiere decir que todo esta gente –el fan club- pudo llevarse un premio por rendirle culto a una banda alemana de quien no critico su música ni sus peinados, menos el parecido a Tina Turner de su cantante Bill, pero que son capaces de poner el nombre de Venezuela en la lista de ganadores cuando hay un porcentaje de decencia musical venezolana que se pelea cada año una postulación por su video en rotación a las 3:00 am cuando MTV pasa videos?... ¡Vaya!

Sabía que estábamos mal, conozco la desorganización que sufre el desarrollo de las bandas en nuestro país, pero esto fue un golpe bajo. ¡Nos ganamos un MTV latino por ser fans!... especialmente de una banda germana que seguro tiene menos seguidores que Oasis o Metallica aquí en la República Bolivariana.

Voy a ser sincero, el morbo noctámbulo cuando anunciaban los nominados me decía “¿qué tal que lo gane el fan club de Tokio Hotel?”. Hubo un segundo de alegría forrada en la inocencia volátil del momento. Cuando dan el ganador y vemos a la niña Elizabeth Díaz (no sé si era ella, supongo que por ser la presidenta, es quien debió aparecer), emocionada ,aceptando su “lengua” –el premio, no piensen mal- en la Plaza Altamira, otrora lugar de concentración escuálida que trataba de tumbar a Chávez, ahora convertida en territorio de celebración absurda, mi somnolienta visión fue interrumpida bruscamente. Irónicamente el fan club ni siquiera había sido invitado a Guadalajara a presenciar el evento, por supuesto estas niñas no podrían pagarse un boleto de avión y tampoco el hotel a México para disfrutar de su momento.

Creo que si lo tomamos con calma fue lo mejor que sucedió, cuando el pequeño Bill dijo “Gracias a México que son lo mejor en fan que tenemos”, no me imagino la desilusión de estas chicas venezolanas. ¿Las escuelas alemanas le enseñarán a sus alumnos que Latinoamérica no es México y que no todos comemos tamales, aunque nos guste las hallacas y los bollitos o que el tequila no es la bebida oficial de todos los países latinos, sino que por acá solemos tomar ron?

Seguramente los de Tokio Hotel no saben que sus fanáticas puedan ser capaces de oír su disco Scream tomando anís con chicha (entre muchas de las extrañas mezclas de bachillerato) a escondidas de sus padres, tampoco si se levantan oyendo sus canciones en el ipod mientras desayunan arepa con perico.

La primera lectura de este premio que nos enorgullece podría ser la de que no tenemos a ninguna banda importante ni destacada como para ganarse un premio MTV, hemos sido reducidos a un país que no ofrece nada musicalmente, pero que sí sabe cómo gritarle a sus ídolos en cada concierto. ¿Por eso será que vienen dinosaurios musicales a morir en concierto aquí?

Los venezolanos sabemos cómo corear temas, cómo aplaudir fuerte a sus bandas internacionales favoritas, pero viendo todo esto, no sabemos hacer música lo suficientemente inteligente, catchy, glamorosa, divertida y accesible como para llevarse una “lengua” a sus casas. Por supuesto que ni el fan club de Desorden Público ni Los Amigos Invisibles fue nominado… perdón, esos videos no los pasan en ese canal. No menciono el de Caramelos de Cianuro porque estos días no sé si con la salida de el "baterista" aka Alfonso -así se llama el baterista por si no lo sabían-, su fan club se haya dividido o desorientado. Al menos espero que los abogados de Alfonso Tosta no les haya quitado sus fan a Asier y el Enano que bastante le han echado pichón a su banda.

Repito, no tengo nada contra Tokio Hotel –claro que no los llevo ni en mi ipod y sólo he oído el disco una sola vez-, pero valga de alguna forma mis felicitaciones a las chicas del fan club que no tienen la culpa y al final confían en lo que hacen. Les dejo su link por si les interesa visitarlas Tokio Hotel Fan Club Venezuela.

Eso me recuerda el año en que Los Mentas fueron nominados a los Premios Venezuelan Pop and Rock 2001 y ganaron la categoría “Mejor diseño gráfico”, fue como decir “hacen lindos videos, simpáticas portadas, pero su música no convence aún”… Digo yo… no sé.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

MI ABUELO MATÓ EL GRUNGE


Aquella tarde del 8 de abril de 1994 había una extraña sensación en el ambiente. Ya Kurt Cobain estaba muerto y nos enteraríamos vía FM o en el camino, en el fondo todos esperábamos esa noticia en cualquier momento. Kurt no era de esos que le gustara vivir mucho, no era muy inteligente el muchacho, al final no supo resolver sus conflictos de la Generación X y optó por la vía fácil. Se tomó a pecho el “Espero morir antes de envejecer” del clásico tema de The Who: My Generation. ¿Qué pensará su solitaria hija Frances Bean en este momento?


En todo caso el grunge ya estaba en terapia intensiva. Bruce Pavitt, fundador del sello Sub Pop ya había movido las teclas necesarias para que su proyecto “indie” se volviera la ambición “mainstream” que lo había motivado desde el comienzo. Siempre podía contar con su bisoño aliado Cobain a atacar a todo el que vendiera tantos discos como Nirvana e hiciera tantos videos como el trío “anti-comercial”. ¿Quién le hizo el juego a la industria? Aceptémoslo el rock siempre necesita mártires, ver la imagen de un joven rebelde, bien parecido y muerto, será la foto atemporal por la que defenderemos el último recuerdo de ese personaje. No es grato ver cómo terminaría en la miseria y olvido como tal vez Axl Rose se preocupa en hacer por estos días.

Cuando recibí la noticia, en la radio, en mi walkman (los gruncheros de la época oíamos casette y cuando se iban a acabar las baterías, poníamos la radio), quedé en shock. Era la primera vez que enfrentaba la muerte de un rockero de los que uno pretendía seguir. No se me hizo un buen ejemplo, mis audífonos cayeron y pensé en llegar a mi casa a escuchar una banda aún viva: Pearl Jam estaba disponible, pero preferí Metallica. Una llamada llegó anunciando la muerte de mi abuelo… una enfermedad más que un suicidio inentendible. Mi abuelo supo lidiar mejor los diferentes dolores estomacales y el peso que supuso levantar una familia. ¿Eso no es rock?

Recuerdo que una de esas escapadas luego de clases, cuando quieres cambiar todo lo que ves, le dije a mis amigos que mi teoría era la de que Cobain ya estaba muerto y tampoco tenía idea si subíamos al Ávila -aún se llamaba así en el 94- al día siguiente porque la vida es tan fugaz que quizás recibía la llamada de que mi abuelo moría. Ambas noticias, casi proféticas, llegaron camino a la casa. Inmediatamente comprendí que uno no se aferra a las modas, aunque las vivas y seas parte de ella.


No pintaba atractivo el grunge esos días, digo, aún quedaban discos geniales como Superunknown (Soundgarden) o parte de lo que Dirt (Alice In Chains), Core (Stone Temple Pilots) y Vs (Pearl Jam) nos había dejado, pero tanta maravilla iba a ser derrumbada por sus protagonistas. Agradezco que luego haya salido Vitalogy (Pearl Jam), Live Through This (Hole) y la joya definitiva Above (Mad Season).

Es el agotamiento, el rendirse en el camino, la pérdida de quienes confiaron en la rebeldía del niño Kurt queriendo jugar a ser anti-rockstar mientras soñaba con el status de super-estrella lo que se vio disipado el 8 de abril. Claramente lo describe el documental “All apologies” (2006).

Entonces fue la muerte de mi abuelo lo que me hizo caer en el aislamiento, el razonamiento, visualizar que el verdadero sentido de las canciones se alojaba en la interpretación que se hace a través del tiempo. La fuerza de superar la moda y seguir significando algo.


Haciendo alusión a la riña alimentada por los medios y fanáticos entre Kurt Cobain y Eddie Vedder, ambos reconciliados en la presentación de Eric Clapton la noche de los Mtv Music Awards 1992, podríamos decir que Kurt dejó y cumplió su “I Hate Myself and Want to Die” (Me odio yo mismo y quiero morir) mientras Eddie sigue cantando “Alive” llevado por el coreado “I am still alive” (Aun sigo vivo). Son los hechos los que construyen la historia musical. Ambas canciones tienen la tragedia en sus letras.

El grunge se fue y sus sobrevivientes Eddie Vedder, Dave Grohl , Chris Cornell, entre otros han ido más allá del efímero movimiento para crear sus vidas dentro del rock que siempre quisieron hacer.


Así que fue mi abuelo quien me abrió a este entendimiento, supongo que fue él entonces quien mató el grunge que yo estaba disfrutando en pleno 1994… Digo yo… no sé.

lunes, 28 de abril de 2008

EMO ES RACISMO… ¿NO LES PARECE?


Estaba en uno de esos conciertos que no aportan nada a la vida, solo el malestar de no poder quedarme en casa a a ver la repetición de “7 ages of rock”por VH1. Eso sí me ha hecho reflexionar bastante. Tuve la oportunidad de hacer catarsis en la grabación del DVD nuevo de Caramelos de Cianuro… el nuevo Caramelos… porque del viejo sólo quedó un popurrí… en fin no los perturbaré con esas historias.

El caso es que veía el desfile de niños emo, inspirados por My Chemical Romance, 30 seconds to mars, entre otros, todos tristes no sé por qué. Supongo que todos vienen de generaciones en las que no hay más nada de qué quejarse, nacidos de padres metrosexuales y madres solteras recordándoles que ellas también supieron salir adelante con un divorcio acuesta y que su padrastro alguna vez quiso abusar de ellas y cuentos trillados.

¿De qué se queja la generación emo? Ya sé que la adolescencia es complicada, uno no llega a entenderse y no sabe lo que quiere. Una divertida parodia es la de Elmo el Emo, un video que no paro de reír todas las veces que lo veo.

Ahora bien, ¿no les parece que ser emo es una muestra de racismo, leve pero declarado, en este siglo? Si ven mi foto, no soy blanco pálido a lo Drácula como estos infantes, mi cabello crespo, otros les gusta decirme que es “chicha” y yo creo más bien que es mañoso; jamás pasaría la prueba emo. Esas pollinas lacias, caídas, denotando una cuidadosa pena por algo que no logro descifrar. Obvio que soy moreno, así que me las veo difícil siquiero pertenecer a esa tribu urbana... fuck up!

Está bien, puedo alisarme el cabello, pero sería un clon de James Brown o André 3000 de Outkast en “Hey ya!”. Los negros son funkies, tienen Groove, pero jamás podrán ser emo, sufren con el blues o sencillamente crean su propia insatisfacción con una sonido que luego será robado por blancos que ganarán mucho dinero como hizo Eminem con el hip hop, Eric Clapton con el blues, Amy Winehouse o Joss Stone con el soul y pare usted de contar.

Allí caigo en cuenta la aversión de mis cercanos al llamarles “emo-sexuales”, “emo-ticones”, “emo-ngólicos”, “emo-joneados”, “emo-cosos”, entre muchos más que ustedes sabrán.

¿Tengo razón al decir que un negro con Groove, elegante, con sus problemas personales de adolescente no puede ser emo?... parece medio racista la cosa... Digo yo… no sé.

sábado, 12 de abril de 2008

CÓMO ENTENDER LO QUE DICEN LAS BANDAS NACIONALES


Hace un tiempo había escrito algo parecido. Bien sea por distracción o el servidor de Oidossucios.com lo borró durante el mantenimiento, me tomé el tiempo de reunir las frases comunes del rock nacional y sus significados. Todo lo que dicen en la calle, pasillos, locales nocturnos y la verdadera lectura que hay que darle.

Mis amigos y colegas Henrique Docouto y Ruido Blanco tienen la suya, coincidimos en algunas aunque tenemos nuestra propia forma de expresarlas… la esencia es la misma.

Cuando oigan esto de sus amigos músicos cercanos o del novio de tu amiga que tiene una banda y te cuenta cómo van las cosas con su grupo, lo mejor es oír entre líneas y acuciosamente tendrás tus conclusiones formuladas.

- “Estamos en conversaciones con una disquera”
Conocieron a un promotor de radio en la mega al que le dieron el demo y ya se sienten tomados en cuenta. Otros podrían llegar a la recepción de la compañía de discos y entregarlo a la chica de la entrada que atiende las llamadas y anuncia a los visitantes.

- “Ya el disco está en todas las tiendas”
Lo tiene Esperanto y alguna que otra tienda de surf o independiente que les hace la segunda para pagarle algún día la mercancía en consignación.

- “El tema está en rotación en todas las emisoras juveniles”
Lo pone Rock en Ñ, Rockadencia, Fabricada Acá y algunos programas especializados que apoyan a la banda.

- “Hay un productor interesado en nosotros”
- Generalmente ocurre cuando hay una cantante en la banda o una chica sexy de esas que repentinamente abundan en la escena rockera nacional con el llamativo “¡mujer en la banda!” y puede que usen “la única chica en la banda y toca (instrumento que sea)”, ¡Claro que hay un productor cachondo interesado! La historia nos ha enseñado que terminan peleados, la banda casi disuelta y el productor en cuestión sigue tratando de descubrir la próxima Olga Tañón o Liz antes de casarse.

- “Tengo un proyecto paralelo”
Este pana tiene diferencias con alguno de su banda y en cualquier momento la disuelve pare seguir su camino “paralelo”… otros niegan haber sido botados.

- “Vamos a comenzar la gira pronto”
Discovery, En Vivo, Moulin Rouge, La cigarra ¿hay más? Luego hablan con colegas del interior (si no se les ha salido el ego caraqueño con ellos) y le prometen montarlos en el circuito de rock capitalino con la condición de ir a su ciudad. La inocente banda del interior accede, se queda esperando la ambiciosa gira metropolitana, endeudada con los patrocinantes a quienes le ofreció la grandilocuente banda caraqueña que “todos esperaban desde siempre”.

- “Este años vamos a rock al parque”
El eterno cuento de quienes le dejaron el material al organizador del año pasado allá en Bogotá. El siguiente año cambian de organizadores y la espera sigue.

- “El video ya está rotando en MTV”
A las 3:00 am lo pueden ver con la emoción de quién recibe la beca Mariscal de Ayacuho… ¿Mtv pasa videos? ¿Han visto videos en ese canal?

- “Nos invitaron (cualquier país) a tocar”
La banda se paga su boleto de avión, duermen 5 en un mismo cuarto y tocan en bares para 300 personas. Aquí debo reconocer que en la mayoría de los casos se divierten del intercambio cultural y musical, pero es menos de lo que contarán acá.

La lista es un poco más grande y estoy tratando de reducir mis textos, así que pienso que con estas se pueden entretener hasta la próxima vez que llegue una de sus bandas amigas a regalarle una chapa o un flyer
.

lunes, 7 de abril de 2008

¿VALE LA PENA SACAR UN DISCO?



Las bandas venezolanas intentan sobrevivir dentro de un escenario musical atípico. Todos deambulan entre ser famosos o ganar dinero… o todas las anteriores. No es criticable,sino válido. Si tu arte pueda llegar a las masas y en el camino obtener ganancias, vale la pena el esfuerzo.

El otro día conversaba sobre el hecho de que más de veinte bandas han sacado disco últimamente, en su mayoría durante el inicio de 2008. Así lo escribí en mi página dominguera de El Universal titulado "Venezuela Indie Rock y Pop"

No pienso que la crisis discográfica esté atacando directamente al talento venezolano, quizás el intento de figurar en las multinacionales no se cumpla, pero acaparar la atención en conciertos o en las estanterías nacionales se les hace más fácil que el amplio catálogo de las disqueras radicadas en Venezuela y sus empalagosos productos pirateables y vulnerables al download antes de llegar a las tiendas. Ni hablar de aquellos que no logran editar.

Aún así la ilusión de figurar en las ambiciosas hojas de marketing de una disquera no deja de rondar la mente de nuestros abnegados rockeros. Todo el proceso tedioso de la manufactura, regalías, distribución, promoción, mayoristas, etc… ¿quién las manejaría? ¡No se asusten!

Es menos lo que se arriesga en la independencia y el compromiso personal te llevará a empujar más la música. Son pocos los escenarios que se pueden manejar como artista si logras entrar en una disquera, más bien la idea es utópica antes de llevar la propuesta. He conversado con allegados a la industria que ya te advierten que la premisa es no firmar a nadie, todo viene de afuera. ¡Bien por ellos! ¿No deberían fomentar el desarrollo de artistas locales si les permitimos trabajar acá lanzando discos de otras culturas y países como el constante vallenato colombiano y el corrosivo tropipop?... No sé… digo yo. Nuestro presidente diría que nos quieren envenenar la mente con esa música imperialista, capitalista y el resto de “istas” que me quitan espacio aquí… pero por favor no seamos tan radicales

No quiero hacer una tediosa misiva de cómo comportarse ante la situación, pero sí sintetizar algunos tips que me vienen a la mente en un contexto venezolano. Lo importante es saber dónde ubicarse y qué queremos obtener. Olvidemos el otrora paternalismo discográfico en el que un A&R te descubría, te ponía un productor, hacía presupuestos, conseguía diseñadores, etc., hasta sacarte el disco… al final le debías todo y te quedabas sin nada y el disco hasta era de ellos sin darte cuenta. Algo justo en el fondo que la ingenuidad no permite asimilar en la práctica.

1. Contrato de distribución
Es lo que las disqueras han ido haciendo. Llegas a un acuerdo, le das tu disco ya editado y ellos se encargan de colocarlo en las tiendas. Te cobran un porcentaje sobre las ventas y si lo deseas te hacen una promoción que aumentará el porcentaje que le deberás. Esto incluye hacer afiches, material POP, stickers y todo lo que llame la atención en tiendas. A veces puedes negociar entregarle este material o tal vez que lo descuenten de la venta final.

2. Independiente
Dirían Los Amigos Invisibles en su ya célebre frase: “Esto es lo que hay”. En este escenario te queda cubrir los pasos que debería hacer la disquera.

- La distribución la puedes resolver yendo a los mayoristas que proveen las tiendas a nivel nacional. Puedes pagarle a alguien que lo haga y cobre comisión con tenacidad organizar tú mismo esta venta.

- Los conciertos resultan un rápido mercado para colocar tus discos y trabajar más rápido que las tiendas. Generalmente la inmediatez y emoción aunada a la firma de los discos crea todo un nicho de compradores. Aquí reduces el pago de porcentajes adicionales y puedes ofrecer un álbum más económico. Lo mejor de todo es que no vas a lidiar con el pago atrasado de los mayoristas que te ven como si te estuviesen haciendo un favor y cancelan como… uhm… ¿120 días después?

- El merchandising directo es una herramienta para generar ingresos que es aprovechado en toques.

- El trabajo promocional tendrás que hacerlo con un tercero. Un promotor de radio que te asegure la entrada en rotación constante y un jefe de medios que mantenga tus actividades en el ojo mediático.

Queda mantener los toques activos donde generar ingresos por tus actuaciones dependerá del nivel de trabajo que tengas y cómo lo promociones.

Me gustaría aportar una mejor visión, como la anglosajona, quienes viven del ingreso digital y todo eso. He visto como el colocar temas en películas (las pocas que salen), novelas, programas televisivos, entre otros, no es el mejor negocio porque siempre te dirán: “Es para ayudarte a promocionar tu música”… Así se han ahorrado ese tedioso pago de sincronización que Shakira o Ricky Martin jamás hubiesen permitido sin el respectivo pago en billetes verdes... estén o no autorizados por Cadivi.

Lamento no extenderme tanto para no hacer latoso este texto, sí me gustaría dejar claro que personalmente siento que es el mejor momento para lanzarse al ruedo indie. Aunque no estoy autorizado aún en hablar sobre los nuevos pasos de las disqueras radicadas acá y las otras nacionales acerca sus planes en la producción de eventos… ¿será que tendrán a las bandas en su afanosa lista de eventos para conquistar el terreno perdido? Aquí podría haber una forma de ingreso adicional.

Los grandes sellos tienen más que arriesgar: depósito de discos, empleados, gastos administrativos, permisos, obsolescencias, entre otras cosas. No digo que se arruinarán, pero sí andan paranoicos, inestables, desorientados y sobreviviendo entre presupuestos ajustados y proyecciones abultadas.

Hay miles de formas para obtener ingresos, esto es un sucinto ejemplo de inmediatez que si se pone en práctica sistemáticamente, los llevarán a otras alternativas que ya hablaremos próximamente.

La verdad sí creo que vale la pena seguir sacando discos quienes puedan usar las herramientas necesarias. El disco desaparecerá en 5 años en US o Europa, pero aquí las cosas son distintas y hay que aprovechar el momento que vivimos. Mientras las bandas puedan seguir controlando sus derechos de autor, regalías, ventas directas y conexión real del mercado local, en el fondo serán más libres y su integridad musical será exclusivamente moldeada por sus limitaciones internas… ¡Digo yo… no sé!

lunes, 31 de marzo de 2008

MÚSICO NO ES GENTE

No recuerdo exactamente la primera vez que esta frase resumió mi concepto de los músicos, especialmente los de este país. Al principio tiene su connotación hiriente, aunque divertida cuando la pones en práctica. Ese mundo lo define mejor el film “This is spinal tap” (Rob Reiner, 1984)

Nada más real que esta afirmación. Los músicos son eso… músicos, personajes que piensan diferente al común denominador. Eso explica cómo es que tienen una visión artística de las vicisitudes, penumbras, desgracias y situaciones que un simple mortal resolvería de un modo fácil y peligroso… como las que toman diariamente.

Estas estrellas con sus instrumentos hasta hacen una canción que puede tocar a mucha gente, a menos que se desgasten y logren perturbar a una masa.

De todas maneras las dos aristas de esta frase valen su significado. Sólo un músico te pregunta en pleno paro laboral o crisis económica: “¿Ya mandaste el sencillo a la radio?” Viven en un mundo paralelo capaz de alienarse en sus escalas, melodías y formas de dominación sonora que olvidan hechos elementales como el verdadero comportamiento humano.

Quienes han manejado una banda les habrá sucedido pequeñeces como recibir la llamada del guitarrista o cantante para decirte: “¡Terminé con mi novia!”. Entiendo lo existencial que es ese estado anímico en la gente, pero ¿tiene un manager que entrar en la etapa de niñero para oír historias de desamor, seguramente generadas por situaciones que se repetirán en el transcurso de su carrera musical? Los músicos parecen llevar ese chip de inestabilidad amorosa que hasta suelen conllevar según la gira que comparten. Su ex termina con el de la otra banda, cuando no es por un modelo, actor o Dj. Todo depende del estatus del integrante o la banda y el nivel de quien engaña. Cosas del círculo artístico. Luego te sueltan: “Tengo muchas canciones donde la destruiré” y se autodestruyen ellos en los pensamientos pasados y de cómo podrían reconquistarla con una balada de mensajes ocultos.

Hice una mini lista de comunes llamadas que hay que soportar de músicos quejones:

- “Mi tia-madrina fue a Esperanto y el disco no estaba”
- “El novio de mi primita escucha la radio todo el día y no ha oído el tema”
- “¿Sabes qué días tocaremos esta semana? Es que estoy cuadrando un viaje con la familia”.
- “Evenpro va a traer a la banda que podemos telonear, ¿ya le enviaste el material?
- “Acabo de componer un tema nuevo ¿quieres oírlo?”
- “¿Sabes si ese local tiene luces robóticas?”
- “Ey pana escuché que no te gustaba mi disco, ¿por qué no me lo dices en mi cara?”
- “¿Tenemos que llevar el backline nosotros?”
- “¿Cuándo tocamos?”

¿Cómo logras explicarles las mismas inquietudes en diferentes formatos cuando estás viendo el futbol, sales con tu novia, familia, andas reunido u ocupado? Ellos no entienden de esas cosas. Se sienten el centro de atracción en todo momento.

Descubrí que el karma de un músico es el tiempo libre, tratan de cambiar al mundo y te quieren hacer parte de esa engorrosa labor. Aprecio el talento de todos ellos, por eso no los considero gente, pero cuando planean atormenta… es su naturaleza artística la que manda y abruma.

Esa burbuja llamada creatividad puede llegar a absorber el ideal de vida real para convertirse en un planeta alejado de los compromisos mundanos hasta disgustar al más cercano de su entorno: el manager, quien entre averiguar su papel de booking-manager, pasa a ser una niñera mal pagada.

Una cosa sí es segura, apenas arranca el proceso de promoción, uno termina siendo menos gente que ellos… ¿no sería mejor enseñarles a quejarse menos e inculcarles la verdadera visión del artista?... Digo yo… no sé.

domingo, 23 de marzo de 2008

EL MOJON MENTAL DEL DOWNLOAD


Desde un tiempo para acá los intensos del rock local se la pasan hablando en sus aburridas tertulias y masturbación de egos, sobre lo genial que es Radiohead, Jamiroquai, Nine Inch Nails, R.E.M., entre otros. ¿Se han fijado los nombres? La idea de colocar tu disco en la web no va a quebrar a las disqueras, tiene sus diferentes aristas, pero al menos sirven para promoverte.

No es lo mismo que Radiohead, una banda que ha cultivado una generación de fans desde hace 17 años, se den el lujo de lanzar el disco por esa vía o físicamente en las tiendas, porque los pegados -eso me incluye- irán a comprarlo, así se los hayan bajado… ¡claro! si lo vendieran en Venezuela. Radiohead jamás se propuso destruir a la industria del disco, solo evitó que un ingeniero o cercano a la banda lo colocara primero que ellos en la red. El proceso de distribución -por la vía que sea-, promoción, entre otras cosas, son mecanismos en los que las bandas se niegan a involucrarse, a menos que contraten personal adicional: promotores radiales, promotores de discotecas, relaciones públicas, publishing, payola -¡oops! Esa palabra no se usa-, etc. ¿Pensaban que un día se les ocurría hacer esta interesante maniobra sin pagarle a un agente de prensa capaz de correr una bola informativa que los beneficie y queden como héroes del stablishment ?

Jamiroquai está en sus días de decadencia, así que le da igual lanzar su próximo disco gratis que tenerlo guardado, hay que mantener la frente en alto. R.E.M., acustumbrados a la integridad de su formación, dejó el disco "Accelerate" a la disposición de redes sociales como myspace o facebook, una semana antes de su lanzamiento físico. Tampoco es que Michael Stipe y compañia tengan las ambiciones de U2, pero no lo dejaron todo a la "irreverencia" internauta.
NIN ¡Por favor! "Ghost I-II", su séptimo disco es cualquier cosa, una de las formas pretenciosas del Sr. Reznor de llamar la atención cuando cada vez está más solo. Ese disco, Gh, completamente instrumental, fue grabado en 2 meses y medio, así demostraría que su grandeza fue más un juego de egocentrismo que un trabajo con contenido aceptable como lo fue “Year Zero” (2007)… aunque me molestaron esos finales electrónicos repetitivos. Trent se quejó con su disquera por las ventas del disco, le hizo la guerra en los conciertos ¿acaso los fans lo abandonaron y no fueron fieles a pesar de las trabajas de la industria? Apuesto a que el siguiente trabajo tendrá el sello de una multinacional y Reznor dirá: “Aquí sí me entienden como artista”. Los ejemplos sobran.

Esas trifulcas entre artistas y disqueras me han enseñado que tarde o temprano vuelven al sistema del que nacieron ¿verdad Prince?

Por supuesto que apoyo las iniciativas que nos da la web, su promoción es invaluable. ¿Acaso Metallica, Iron Maiden, Led Zeppelin, o cualquier banda de peso no podría darse ese lujo? Sería un revuelo mundial. Habría que preguntarse si Panic at the Disco, 30 Second to Mars, Good Charlotte , Bloc Party o Incubus pueden darse ese lujo. ¡No! Quedarían en la mitad de su desarrollo artístico.

Las disqueras a nivel mundial están en su peor momento, no hay duda de eso; entre la falta de inteligencia y el inevitable cambio, andan como hormiguitas que pierden a su líder. En Venezuela aún ni saben por qué pelean, si la piratería, su ignorancia del negocio o descifrar cómo sobrevivir a un mercado inentendible por sus ejecutivos. Vive del virtual mantenimiento, como si fuesen zombies discográficos detrás de presas vivas.

Triste pero cierto, tarde o temprano volverán a controlar sistemáticamente las vías de distribución musical, mientras tanto, disfrutemos de la libertad que tenemos de ser escuchados por los nichos interesados. ¡Ataquemos esa ventana!

El caso Bolivariano, en lo que a lanzamientos vía web se refiere, digamos que el impacto sirve para crear base de seguidores. Tocas -cuando puedes-, si alguien le gusta -a rezar por eso-, se bajan tu disco, lo disfrutan, te siguen la pista y vas trabajando progresivamente en consolidarte en la escena. Eso lo entendió los Cero Uno y Karma Coma (Barquisimeto), ambos ejemplos de lanzamientos vía intenet reciente.

Esos esfuerzos son necesarios, es mejor dejar el disco colocado en la web que pretender que te firme una gran disquera. En este primer trimestre he contado 20 lanzamientos independientes ¡Bien por eso! Eso quiere decir que hemos estado entendiendo que lo favorable de esta crisis radica en las ganas de ser escuchados y sacarle provecho a lo independiente. Cuando una banda invierte en grabar, mezclar, masterizar y tratar de promoverse, al menos espera llegarle a la gente. Solo agrupaciones como los desaparecidos La Leche se creyeron ese cuento de que toda Venezuela estaba esperando por su primer disco, -confieso que yo deseaba que saliera-, esa masa incalculable de público allá afuera, (no los cercanos al rock que hipócritamente asientan cualquier mediocridad de sus panas músicos), ni siquiera se había enterado de que un banda de punk con nombre de lactante iba a editar su debut en cualquier momento. El Chacal (Guitarra) todavía jura que la gente anhela el disco. El círculo de seguidores de La Leche tiene el disco pirata desde hace más de 5 años. ¡Excelente cabe destacar!. ¿Resultado final? Toda una inversión se fue por la borda, la banda se desgastó y quedaron con esa mala espina. "¿Qué es La Leche?", me preguntaba un primo adolescente que solo conoce de Candy 66, Caramelos de Cianuro post Harakiri City (1998), Los Pixel, Los Mentas, Subsonus y las novedades que están saliendo porque corresponden a su generación.

A través de www.myspace.com/thekarmacoma, los guaros de Karma Coma, decidieron dejar su “Ekádasi” a la disposición del público. Igual lo editaran relajadamente en formato físico. Su fusión electrónica no incomoda, pero llama la atención por tratarse de nuevos aires de la ciudad crepuscular.

Cero Uno, con quienes me identificaba más en su primera faceta, también se olvidaron de la presión de “Tengo mi disco y ¿ahora qué hago?” y lanzaron vía http://www.fanzinatra.com/ su debut “Atari Amor”. Conservan la frescura de sus primeros días sacrificando contenido y cierta diversión. El álbum no es un desperdicio, refleja el momento del dúo musical.

Candy 66 dejó en su web un mini EP de 4 tracks de lo que será su próxima producción discográfica, lo mismo tiene pensado Los Telecaster de un momento a otro y esperemos incremente la lista.

Preocuparse por la promoción, regalar stickers con la dirección donde te puedes bajar el disco, crear un mailinglist que llegue a las radios y medios impresos conservadores, consolidar una base de datos de fans, mantener esa interactividad con aquellos que se han enganchado a la propuesta, sirve de difusión alternativa.

Esta nueva herramienta está llegando a una audiencia bastante leal y cautiva, siempre correrán el riesgo de que los rechacen, pero eso tiene que ver con la calidad de la música, al final la crítica mordaz será la apatía del consumidor por tu trabajo… eso sí duele.

No todo es tan malo, el problema ya no es grabar y tener el disco a la mano, la tecnología lo ha hecho fácil, el dilema inicia en cómo convencer al resto y ser creativo en el intento. Captar la atención es la premisa y no dejarla escapar, expandir la música por esta vía hasta que llegue a la forma convencional y se masifique. Allí está el reto.

¿El download free nos salvará del olvido musical? No ¿Es una bueno idea colocar mi disco gratis para la gente? Creo que sí, digo yo… no sé.

martes, 18 de marzo de 2008

YO REGRESO… ELLOS ¿REGRESAN?... ¿QUIERES QUE REGRESEN?

Por alguna razón que me resulta tediosa explicar anduve alejado de este espacio. En honor a la verdad, -eso que hace rato no solemos practicar-, reconozco que hubo desden en mis vacaciones. Pensé que se volvería una suerte de catarsis musical, a ratos conectiva con los que se atrevieron a leer, -pocos pero sinceros en sus comentarios-… al menos quiero creer eso.

Me he topado con cambios en la forma de pensar del músico venezolano, han habido lanzamientos en estre primer trimestre, no quiero decir que sean geniales, pero se ha trabajado, en contra del pensamiento fatalista de que falta apoyo. Supongo que vamos madurando, como diría El Chavo del 8: "sin querer queriendo".

Aún así hace falta reconexión ante el cambio que estamos viviendo, me refiero a la forma de llegar y promover.

Y así nos topamos con un escenario a primera vista fatal, pero progresivamente a nuestro favor. Disqueras ácefalas revolviendo en su mediocridad, corta visión e imposibilidad de presupuestos o decisiones inmediatas. Plantearnos un trabajo de independendia directamente enfocado en los nichos que conocemos y nos apoyan, irá creando ese otro lado que tendrán que voltear la mirada.

He aquí mi vuelta a este pasatiempo lleno de palabras, otra vez me gustaría contar con los mismos que se preocupan por el espacio y me han reclamado la dejadez. Ando preparando una guia, corta a título de tips, para comenzar a desarrollar una sensata exposición como primer paso.

Todos los días esperamos descubrir una nueva canción, los soñadores tienen la fe en apoyar sus recuerdos memorable en una insignificante melodía, el rock and roll no nos salvará de morir, pero podría jugar a escapar de la realidad o construir nuestro mundo paralelo e invitar a los interesados. Gracias por la paciencia.

En un par de días estaré colocando nuevos textos, ideas, locuras, etc. De momento recopilo información, me aburro con un par de discos que me han llegado, otros me impresionan. Reconozco el esfuerzo, pero no puedo permitirme el hecho de que algunos me ponen de mal humor, así que por lo menos reconozcan que no se toman el tiempo de pedir disculpas a todos los que debemos lidiar con melodías repetitivas y carente de contenido.

Creo en el talento de las bandas, lo que me cuesta apreciar es su necesidad y facilismo para sobrellevar una vida de quejas y martirio diario con el fin de convencernos de algo que el oido humano rechaza.